8.4.11

Desalmadas

Desalmadas, de María Martoccia
La Bestia Equilátera, Buenos Aires, 2010

En un lugar donde alguien puede decir que “Por el viento se saben un montón de cosas” y agregar “Mi madre olía las apariciones a kilómetros. Nació un desgraciado, decía, o vino al mundo otra mujer tacaña”. Y donde los aparecidos no causan sensación, allí, transcurre Desalmadas, con el humor del habla, de aquel que sabe escucharla, Martoccia le pone voz a la sierra. E imagina una madre que pretende despojar a su hija del diagnóstico que la sentencia; además de tres viejas que, unas a sabiendas y otra no, buscan una herencia que las rescate; junto a una curandera, un ladrón, una asesina y un comisario. Todos, sobre un escenario donde “el tomillo, más aguantador que la menta, florece debajo de las rocas y crea refugios para los cuises y los sapos.” 

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