6.9.12

"De madrugada", de Daniela Osuna



De madrugada (fragmento)
Texto: Daniela Osuna / Imagen: Daniela Sanín Ángel

Parece ser la madrugada más fría del año, todavía está oscuro.
Marta abre los ojos y se queda un rato inmóvil.
Primero saca una mano y tantea en busca del gorro. Una vez que se lo hubo calzado, se envuelve en el poncho y se anima a dejar el catre.
Éste es su momento favorito del día, cuando todos los demás todavía no se han despertado. Casi de memoria, encuentra las alpargatas, y mientras da unos saltitos para entrar en calor, atiza el rescoldo de la cocina intentando rescatar unas brasas para hacer el mate cocido.
No lo logra esta vez, las brasas ya estaban muriendo; respira profundo y sale al patio a buscar un poco de leña.
No puede evitar sonreír cuando ve los cachorritos durmiendo apilados sobre la perra, se aguanta las ganas de acariciarlos, sabe que si se despiertan, van a empezar a ladrar y aun no ha preparado nada.
Da un rodeo por el patio mirando cuidadosamente dónde pisa, pasa por el costado del corral para ir al baño, aprovecha a llenar un balde con agua y lo deja a un costado para llevarlo de vuelta a la casa.
Cuando está a punto de juntar unas ramas secas, se da cuenta de que todavía no ha mirado el cielo.
Se ha prometido mirarlo todas las mañanas, es su secreto. El secreto mejor guardado en sus 13 años.
Levanta la vista y todo a su alrededor pierde dimensión, se desdibuja, la hace sentirse parte del universo. Así de fuerte es su necesidad de que haya algo distinto, más allá de la realidad de las montañas.
Se sobresalta con el llanto de uno de los cachorros, baja la cabeza y se acerca a ver qué pasa. Dante con cara de sueño juega con el perro. Casi a punto de retarlo, lo piensa mejor y se acerca a su hermano.
-¿Qué hacés tan desabrigado?- le dice- . Mirá que sos bravo, ¿eh? tan temprano y ya en patas, después querés que te ande defendiendo del papi.
Dante la mira y se encoge de hombros, pero no con fastidio, nunca con fastidio para con su hermana mayor. Ella le sonríe y le revuelve el pelo con cariño, Dante no habla mucho y siempre anda con un gesto de rebeldía en la boca. Tal vez por eso y por la facilidad que tiene de meterse en líos, es su preferido.


Para leer el final, encontrá el cuento en http://www.casquivana.com.ar/

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