27.9.13

María Schwartzer y la puerta del placard que siempre queda abierta



¡Quién dejo abierta la puerta del placard! ¡Que se cierre! Ni a medio cerrar, ni hendija, ni toda para un lado ni toda para el otro. Entra el diablo, me decía mi abuela cuando me daba el beso de las buenas noches y revisaba que el gato no estuviera en la habitación. Desde aquellos pequeños años me es imposible caer molida sobre la cama para perderme en los sueños apurados que apenas te dejan sacarte las zapatillas. Hay que cerrar primero la puerta del placar y recién después de cerrar hasta hacer presión sobre los marcos, sacarme o no, la camisa, el pantalón, las medias, y dormir. (María Schwartzer)

Publicado en Casquivana 6: www.casquivana.com.ar

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