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18.10.13

Cuánto vale una heladera, de Claudia Piñeiro



Cuánto vale una heladera, de Claudia Piñeiro

Dirección: Mauro Yakimiuk



La historia es simple: hay un corte de luz, luego una suba de tensión, y una heladera nueva que se quema. La propietaria de este electrodoméstico tan moderno va a la empresa de electricidad a hacer la denuncia y pedir que le restituyan el dinero para comprar una igual, pero encuentra dos problemas. Uno, conocido por cualquier persona que haya querido hacer algún trámite alguna vez, es el mundo burocrático (que siempre va de la mano de lo kafkiano, como adjetivo) que se esconde ahí detrás. El otro, más complejo todavía, es que la protagonista tiene una letra "Ñ" en su apellido. Las dificultades que este detalle aparentemente minúsculo acarrea hacen de la simple queja una experiencia existencial, una odisea administrativa, un camino identitario sin retorno.

La obra, dirigida por Mauro Yakimiuk, está basada en un texto escrito por Claudia Piñeiro, y es interpretada por Lorena Villalba, Leticia Barboza, Juan Patricio Wade, Matías Gómez y Ramiro Rodríguez Lourido. Pueden verla en Entretelones, Enrique Martínez 1427.

3.9.12

“Lúcido”, de Rafael Spregelburd


“Lúcido”, de Rafael Spregelburd
Dirección de Aldana Contrera

Uno entra a la sala, se acomoda, y una musiquita perfora los oídos. Luego se hace la luz, y una escena de felicidad insoportable invade la atención. Pero dura poco. Angustiante, durísima y por momentos incómodamente divertida, “Lúcido” pone encima de las tablas a una familia algo más que disfuncional, llevando a extremos exacerbados algunos elementos horribles de la condición humana. Bamboleándose entre un realismo espantoso (¿hay algún real que no provoque un rechazo natural?) y unos sueños por momentos demasiado lúcidos, la obra conduce al espectador a un desenlace con algo de terrible, que no es ajeno a los textos de Spregelburd. Una actuación excelente de Armenia Martínez, acompañada por Delfina Danelotti, Gustavo Pelato y Natan Skigin.

12.6.12

W.C. Las olorosas aventuras de William Calderon


Andá a ver “W.C. Las olorosas aventuras de William Calderon”. Es para grandes, es para chicos. Te vas a reír, te vas a enloquecer con la música genial de Babel (que se te va a quedar pegada varios días), te vas a sorprender con esos actores disparatados y la marca de La Compañía Nacional de Fósforos, y al lado tuyo vas encontrarte con unos cuadros gigantes de Quinquela Martín.
Teatro de la Ribera (Pedro de Mendoza 1821), ahí nomás de Caminito, de jueves a domingo. Entradas desde $25.


12.4.11

“Todo”, de Rafael Spregelburg

Tres actos que progresan del humor al drama, mostrando las miserias más humanas de las cuales somos los actores principales. El real absurdo de la burocracia mezclado con preguntas acerca de la identidad y el postmarxismo; navidades tragicómicas que se fusionan con críticas, tan feroces como solapadas, a la religión; micromundos kafkianos decorados con sujetos piromaníacos sin consciencia de sus actos. Toda una cosmovisión, todas las preguntas, todos los cuestionamientos, todo lo ridículo de una persona (o de varias), todo lo que puede decirse a través de las palabras, siempre tan mentirosas. Una obra para salir reflexionando sobre cómo y por qué aceptamos nuestro día a día, con las actuaciones de Andrea Garrote, Mónica Raiola, Pablo Seijo, Rafael Spregelburd y Alberto Suárez.

“Otras mujeres”, de Javier Daulte

Una casa vintage habitada por dos muñecas que están atadas a no se sabe muy bien qué, esperando a un Godot que parece no llegar nunca, tan invisible o inexistente como el Godot original. Y cuando esa idea empieza a ser asimilada, y ambas ¿mujeres? comienzan a convivir con la idea de tal imposibilidad, timbre. Un timbre que suena una, dos, tres veces, sin que ninguna de las dos se anime a abrirle la puerta a esa incertidumbre angustiante que genera estar tan cerca de concretar un deseo anhelado desde mucho tiempo atrás. Una vida, se diría. Sobre textos y dramaturgia de Daulte, Delfina Danelotti y Soledad Siri, dirigidas por Aldana Contrera, le van dando una forma casi humana a esos diálogos que parecen no querer ir a ninguna otra parte.

“Detrás de la forma”, de Alfredo Martín

Alfredo Martín (psiquiatra y psicoanalista) pone en escena, junto a un gran número de actores, el primer éxito literario del polaco Witold Gombrowicz, exiliado en Argentina durante más de veinte años. Gombrowicz tenía una obsesión por tres temas: la juventud, la inmadurez y las formas, que aparecen como ejes vertebradores tanto en Ferdydurke, su primera novela (1937) como en esta adaptación. En aquel momento este escritor desubicado y excéntrico (que perdió su ubicación y quedó fuera de su centro) causó un revuelo generalizado con sus provocaciones y sus posiciones con carácter de manifiestos. No es casual que ni Borges, ni el grupo Sur, ni los grandes popes de la literatura local lo hayan mirado con desprecio durante toda su estadía en el país. Una oda a la juventud, una apuesta a valores diferentes, una alternativa a ciertas estructuras de poder.

“Ala de criados”, de Mauricio Kartún

Una genialidad de Mauricio Kartún, que ubica al sector casi juvenil de una familia aristocrática en medio de un contexto provinciano, el de la Mar del Plata de 1919, en un club de tiro a la paloma a metros del mar, en el preciso momento en que la Semana Trágica hacía historia en Buenos Aires. Una “chica bien” que se disfraza de guarra para esconder su virginidad, un pituco que no sabe cómo obtener respeto en la sociedad, un homosexual que no cuenta con el aval familiar y un peón de campo bien compadrito con pretensiones más bien burguesas. Esta obra, multipremiada, tiene como actores a Alberto Ajaka, Esteban Bigliardi, Rodrigo González Garillo y Laura López Moyano, que se seducen y disparan, con monólogos y balas, con las piedras marplatenses y las habitaciones de criados como testigos mudos.