“Lúcido”, de
Rafael Spregelburd
Dirección de Aldana
Contrera
Uno entra a la sala, se acomoda, y una musiquita perfora los
oídos. Luego se hace la luz, y una escena de felicidad insoportable invade la
atención. Pero dura poco. Angustiante, durísima y por momentos incómodamente
divertida, “Lúcido” pone encima de las tablas a una familia algo más que
disfuncional, llevando a extremos exacerbados algunos elementos horribles de la
condición humana. Bamboleándose entre un realismo espantoso (¿hay algún real
que no provoque un rechazo natural?) y unos sueños por momentos demasiado lúcidos,
la obra conduce al espectador a un desenlace con algo de terrible, que no es
ajeno a los textos de Spregelburd. Una actuación excelente de Armenia Martínez,
acompañada por Delfina
Danelotti, Gustavo Pelato y Natan Skigin.
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