Me encanta chupar pilas un poquito sulfatadas.
Pienso que cualquier tipo me está tirando los galgos apenas
hay un poco de buena onda. En realidad nunca supe darme cuenta cuándo me tiran
onda, entonces siempre me aparece la duda... por menos que me guste el tipo.
Confieso que cuando estoy aburrida de que me hable,
mentalmente mantengo otro diálogo.
Me lavo los dientes con el índice.
Hablo solo. Hablo solo todo el tiempo.
No tengo nada que confesar, no tengo culpas, no me hago
cargo. No se me ocurre qué tendría que “confesar”. ¿Algo que está mal? ¿Algo
cuestionado socialmente? Al fin de cuentas: ¿Quién no se cogió a la novia de un
amigo?
Pasé años de mi vida robando calditos saborizados Knorr
(sobre todo de panceta) en un Día%.
Cuando voy a baños ajenos abro puertas y cajoncitos.
Yo sé que es asqueroso, pero no puedo evitar hacerme un té
con mis uñas después de cortármelas.
Confieso no revisar los bolsillos de los pantalones cuando
van al lavarropas....
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