El camino de la siesta
Texto: Nicolás Correa / Imagen: Horacio Petre
I
ahí
tus manos
medio
agarrando un junco
acá
cerca del témpano rígido y naciente
hincando
la rodilla en tierra
los
pastos pinchan mis muslos
las
pantorrillas los brazos
me
hacen cosquillas en las pelotas
el
viento describe una elipsis de silencio el viento parece que dice cosas y silba
como el Chuck cuando viene de pegar cincuenta
el
viento se vuelve traicionero
molesta
miro
el pequeño mundo
el
calor del sol de la siesta me pega en la nuca
miro
lejos el camino de la siesta
indefinido
no
puedo decirte qué estuvimos haciendo
pongo
una mano en tu boca
el
calor hace que mi lengua se pegue al paladar
seco
qué
llorás callate
los
pastos se me meten en el culo
cuando
me pongo de cuclillas
huelo
el cuerpo
huelo
es
una fragancia cargada de miedo
tan
violenta que me parece que va a arrasar con el viento y va a despellejarme a
quemarme vivo a calcinarme
inhalo
ese miedo y me pudre por dentro
envenena
la sangre
como
un cartón
el
padre Juan me preguntó dónde guardaba el amor
qué
se yo dónde mierda se guarda el amor
el
sol en lo alto
baja
siempre apretando mis rodillas contra la tierra
es
mi verga
solamente
ella delante de mí tu cuerpo
es
un lugar hostil lleno de recovecos
qué
importa
el
sacrificio
se
trata de eso nada más encontrar
el
espacio donde sangrás
y
mandarle mecha
aunque
se tensen tus músculos
y
retengas mi verga dentro para
que
no salga más
yo
quiero que te duela
que
de la punta de mi pija
salga
un lagrimal de sangre
un
coágulo
que
se explote cuando caiga al pasto
y
pierda la gravedad
una
coartada para todos estos días
en
que no puedo dormir
y
el tambor en mi cabeza
tum tum tum tum tum tum
dónde guardas el
amor porque en algún lado está escondido
y yo creo que es un
alien
que espera el momento
indicado
Publicado en Casquivana 5: www.casquivana.com.ar
No hay comentarios:
Publicar un comentario