Obras completas, de Sigmund Freud
Siglo XXI, Buenos Aires,
2012
La lista de inventos y descubrimientos del siglo XX es larga
e impactante: aviones, teoría de la relatividad, bombas nucleares, teléfonos,
insulina, penicilina, frecuencia modulada, televisores, internet, microondas,
píldoras anticonceptivas, satélites, trasplantes de corazón, ADN, quarks, y
podríamos seguir un largo rato. Pero la que tal vez haya sido la idea más
radical, incómoda, combatida y aplicada, es otra: el inconsciente.
Este hallazgo, intangible, incomprobable para algunos,
evidente para otros, cambió la manera de abordar la psiquis humana de una
manera absolutamente nueva, marcando un antes y un después en la historia
social. Freud hablaba de tres grandes heridas narcisistas sufridas por la
humanidad: la primera la infringió Copérnico, cuando le mostró al hombre que no
era el centro del universo; la segunda estuvo a cargo de Darwin, quien puso en
evidencia que el ser humano no era tan distinto de cualquier otro animal; la
tercera fue obra del psicoanálisis, que le explicó al sujeto que ni siquiera
era dueño de sí mismo. Tal vez ahí radique una de las claves para entender por
qué el psicoanálisis se constituyó como un movimiento tan importante, que no
paró de crecer, ganando adeptos y enemigos a cada paso.
Siglo XXI acierta completamente cuando reedita la obra
completa de Freud, indudablemente uno de los pensadores más influyentes de la
historia. La edición de Biblioteca Nueva, un clásico a esta altura, cuenta con
la traducción de Luis López-Ballesteros y de Torres, que fue el primero en
llevar a Freud al español. Sobre esto, es interesante leer un fragmento de la
carta que el analista vienés le escribió a su traductor, felicitándolo por su
trabajo:
"Siendo yo un joven estudiante, el deseo de leer el
inmortal D. Quijote en el original cervantino, me llevó a aprender, sin
maestros, la bella lengua castellana. Gracias a esta afición juvenil puedo
ahora –ya en avanzada edad– comprobar el acierto de su versión española de mis
obras, cuya lectura me produce siempre un vivo agrado por la correctísima
interpretación de mi pensamiento y la elegancia del estilo. Me admira, sobre
todo, cómo no siendo usted médico ni psiquiatra de profesión ha podido alcanzar
tan absoluto y preciso dominio de una materia harto intrincada y a veces oscura".
La traducción de López-Ballesteros, a diferencia de otras
posteriores, es transparente. No tiene un lenguaje "psicoanalítico"
ni pretende explicar "lo que Freud quiso decir", sino que es una
versión literaria de su obra, que deja a cargo del lector reconocer los posibles
errores, corregirla.
Este relanzamiento de la obra completa del padre del
psicoanálisis (que cuenta con libros como Psicopatología
de la vida cotidiana, Tótem y tabú
y La interpretación de los sueños)
tiene además por lo menos tres atributos que invitan a la inversión: su valor (sorprendentemente
más económico que otras ediciones similares), su diseño (renovado, colorido,
con una presentación estéticamente atrayente que presenta a los cuatro grandes
tomos dentro de una caja de colección) y, tal vez lo más importante, está
destinada a un público que no necesariamente tiene que ser especializado.
Probablemente Siglo XXI haya presentado, con estos cuatro
libros en uno (204 ensayos, para ser precisos), la vieja-novedad de no ficción más
importante del mercado editorial local. Una oportunidad para darse el gusto,
para que el principio del placer y de la realidad coincidan aunque sea una vez.
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