Mr Gwyn,
de Alessandro Baricco
Anagrama,
Buenos Aires, 2013
Un escritor que está en su mejor momento se
cansa de las imposturas del mundillo editorial y decide renunciar a la fama,
los lectores, los contratos y la escritura. Descansa, da vueltas, se pregunta
qué quiere hacer de ahí en más y se toma un largo tiempo sabático, consumiendo
sus ahorros. Finalmente lo decide: quiere hacer algo que nadie hizo nunca, algo
que no existe. Escribir retratos. Pero no descripciones físicas ni biográficas,
sino algo más, algo que va mucho más allá, metafísico, hasta que no se plasma
sobre el papel. Baricco escribe una gran novela llena de obsesiones
maravillosas, en la que las palabras adquieren esa sutileza que lo caracteriza,
con un estilo que sigue desarrollándose de una manera contundente.
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